He estado leyendo (por segunda ocasión consecutiva) un maravilloso libro llamado: Así fue Calvino, escrito por la señora Thea B. Van Halsema. Realmente es un libro extraordinario, que abre una puerta hacia el periodo de la Reforma protestante y nos muestra todos los acontecimientos importantes que sucedieron al rededor de la vida de este gran hombre.
El tiempo de la Reforma fue un periodo en que Dios intervino de una forma poderosa, para devolver a la humanidad el tesoro inigualable que es el Evangelio de salvación. Dios permitió que hombres eruditos como Lutero y Calvino volvieran su atención hacia las Escrituras y utilizaran toda su instrucción en interpretarlas y proclamarlas con una pasión ardiente, a pesar de la persecución y el martirio. Ellos conocieron por experiencia propia que el Evangelio es "poder de Dios para salvación a todo aquel que cree".
A diferencia de aquellos tiempos, veo con tristeza una ignorancia generalizada de las grandes doctrinas de las Escrituras, y una capacidad atrofiada para leerlas con entendimiento (es decir, respetando siempre el contexto de una frase), ya no digamos en griego y en hebreo sino en español. Creo que ya es tiempo de dejar las cisternas rotas de las técnicas humanas, y volver a beber de la Fuente de Aguas Vivas de la que bebieron los reformadores: el glorioso Evangelio, las Sagradas Escrituras, la Verdad que liberta.
Les recomiendo mucho este libro.

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